Época de algunos cambios son los que se vivirían en en el Gabinete de Goya, al menos es lo que pareciera verse y, sobre todo, escucharse en los mentideros políticos y en los pasillos de la sede del gobierno de Goya. Amén, claro está, de enojo mal disimulado de alfiles/as que preguntaban por ejemplo: “¿y a mí por qué no me encuestaron junto con Ferezín?, si yo mido bien che…”, o, en cambio, porque su candidato favorito no figuraba en esa encuesta. Y bueno, que le pidan al presidente sabalero el N° de celular de encuestadora, digo, no sé.