Los representantes de las naciones firmantes del documento le exigieron al régimen venezolano permitir una “transición pacífica” y que se respete la soberanía popular expresada el 28 de julio. El documento fue emitido por las delegaciones de la OEA de Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Jamaica, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.