Tras encabezar un acto en Brasilia por el Día de la Independencia, el mandatario brasileño se dirige a la principal metrópolis del país, donde opositores convocaron a contramarchas. “No queremos pelear con ningún poder, pero no podemos admitir que una persona turbe nuestra democracia y ponga en riesgo nuestra libertad”, agregó en una referencia velada al magistrado Alexandre de Moraes, con el que se ha enemistado en el marco de un grave conflicto institucional.