La propuesta fue una invitación a poder transmitir los adolescentes y jóvenes todo aquello que piensan y sienten respecto de acciones y conductas que, por un lado, hunden a las personas en pozos emocionales muchas veces difíciles de salir, y por otro, el mensaje de que no se encuentran solos y existen muchos dispuestos a tender la mano, a brindar sus oídos para la escucha, a brindar ayuda profesional, espacios para dialogar o encontrar alternativas de superación…