Monseñor Adolfo Canecín presidió la Eucaristía en el cementerio de Colonia Porvenir, y destacó que, para los cristianos, la muerte "es solo un paso, un tránsito" hacia la vida eterna. En la Solemnidad de los Fieles Difuntos, una numerosa concurrencia se congregó en el cementerio San Juan Bautista, a unos 13 kilómetros al sur de Goya, para participar de la Eucaristía con el propósito de orar y pedir por el descanso eterno de los seres queridos.