"Seguimos con presión en los precios. En mis rubros, los aumentos rondan entre el 3 y el 5% cada dos meses. Acabo de hablar con proveedores que confirmaron nuevas subas", señaló Beigbedher, al tiempo que remarcó que el contexto económico obliga a una revisión profunda de estructuras y gastos.

En relación al Día del Padre, una fecha que históricamente generaba movimiento comercial, el panorama también es poco alentador.
"En mi rubro está todo muy tranquilo. Antes esas fechas generaban derrame en todos los sectores, pero ahora ni eso. El consumo masivo está muy quieto", advirtió.
El comerciante también confirmó una decisión difícil: reducir personal. "Hace 20 años que vengo sumando gente, pero este año tengo que disponer de al menos 10 empleados. No hay manera de sostener el esquema actual. Bajó muchísimo la rentabilidad. Antes, con la inflación ibas remarcando, pero ahora hay que ser mucho más competitivo y eficiente", explicó.
Además, Beigbedher mencionó el impacto de la cercanía con zonas fronterizas, donde los consumidores optan por cruzar a Uruguayana o Paraguay para conseguir mejores precios.
"En esas zonas, directamente dejamos de enviar vendedores. Ya no se justicia. Todo el mundo se cruza y eso te deja con gente ociosa en venta, reparto y preparación".