"El drama de la desinformación es el desacreditar al otro, el presentarlo como enemigo, hasta llegar a la demonización que favorece los conflictos", expresó. A los periodistas, a quienes atribuyó "un compromiso especial" para evitar la expansión de la desinformación, les recordó que "en el centro de la noticia no está la velocidad en darla y el impacto sobre las cifras de audiencia, sino las personas", recalcó.